martes, 7 de febrero de 2023

La entrevista a Tamames


Leo que Vox querría proponer a Ramón Tamames como candidato a presidente del Gobierno de España y recuerdo una anécdota que me paso con este señor, y que quiero contar.

En los años ochenta, no recuerdo exactamente, tuve una experiencia con el señor Tamames que me desagradó muchísimo.

Yo en esa época era corresponsal del Diario de Cádiz en Sanlúcar de Barrameda. Era el mes de agosto y me encontraba en uno de los bares de la plaza del Cabildo tomando una cerveza.

De pronto se acerca un amigo, que además en esa época era concejal del PP, o puede que de AP, y me dice: En ese bar está Ramón Tamames con los de la Casa de Arizón. La Casa Arizón era una casa de cargadores de Indias, que estaba catalogada BIP, y que había comprado la empresa de señor Tamames, DAINURSA.

Sin pensármelo dos veces me acerqué al bar donde estaba, salude a todos y le pregunte si podía hacerle una entrevista.

- ¡Señor Barba, ponga la grabadora!

La entrevista que me dio era que él me decía esa frase, yo ponía la grabadora y Tamames soltaba:

- Señor Barba, la señora Julia Hidalgo es una impresentable.

Julia Hidalgo era concejal de Izquierda Unida en Sanlúcar, mujer de Willy Meyer y madre de Amanda Meyer.

Cuando yo apretaba la grabadora soltaba una retahíla de improperios, según le parecía.

Uno de los que le acompañaba me dice bajito:

- No se como te está dando la entrevista, porque él nunca habla con la prensa. Le has caído en gracia.

Yo creo que yo no le había caído en gracia, sino lo que le había caído en gracia eran las muchas copas de manzanilla que ya llevaba encima. O lo mismo influyó las muletas y el pobrecito, no se.

Ya había hecho que me sentara en la mesa y de vez en cuando me decía:

- Beba usted, señor Barba.

Mi truco era que yo había cambiado la manzanilla por agua, que me echaba en la copa como si fuese vino, pero vamos, que él tampoco se daba cuenta, que no estaba como para mirarme…

- Sr. Barba, ponga la grabadora...la señora Hidalgo es una….

Eran como las tres de la tarde, cuando Ramón Tamames desapareció. ¿Donde esta Tamames?. ¿Donde está Tamames?

Pues el Señor Tamames, en el mes de agosto, a las tres de la tarde y en Sanlúcar de Barrameda estaba tirado en uno de los bancos de la Plaza del Cabildo, sin zapatos y a todo lo largo. Yo intentando llamar al fotógrafo del Diario de Cádiz, pero en aquellos años no estaban los móviles tan extendidos. Una pena…

Mientras yo estaba con los otros y le pregunté a los acompañantes la razón de la visita, y me dijeron que iba a cruzar a Doñana, que había quedado con alguna persona para que le explicara, porque tenía que dar una charla en Madrid.

Habría pasado una hora cuando Tamames aparece de nuevo.

- ¡Vamos a llamar a Consuelo!.

Consuelo era una señora mayor, que era una de las propietarias que le había vendido la casa Arizón.

Yo la verdad es que me descompuse. Me parecía una barbaridad llamar a esa hora de la tarde, con la calor a esa señora, para nada, simplemente porque “era muy graciosa”.

Como ya estaba hasta las narices, como cada vez que me decía abra el micrófono era para meterse con la concejala, pero no contestaba a nada, decidí que ya era hora de estar en mi casa y al Señor Tamames que lo zurzan.

El día siguiente pregunté al concejal del PP o de AP, que ya ni lo se, que como había terminado la historia y me dijo que con borrachera y todo se fueron a coger la barcaza que tenía que cruzarles a la otra banda, Doñana, y cuando llegaron lo que hizo fue quitarse la ropa y bañarse en pelotas en la playa del coto.

Ah, y ya no habló con nadie. Cogió otra vez la barcaza y se vino para Sanlúcar, así que imagino que se inventaría los datos que le tenía que dar el técnico.

Y esta es mi historia con el señor don Ramón Tamames.

Nota: El banco redondo de piedra de la Plaza del Cabildo era donde estaba acostado el Sr. Tamames en el mes de agosto y a las tres o cuatro de la tarde.


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