viernes, 24 de febrero de 2023

De banderas

De verdad, entro en las redes sociales y que cantidad de “mamaostias” me encuentro. Entre los que quieren y los que no quieren banderas.

Me ponen de los nervios tanto los que las quitan porque les molesta, con supina gilipollez, porque algunos hasta cobran de lo que representa esa bandera, como los que las tienen hasta en el cabecero de la cama cuando se acuestan con su pareja o cuando escriben una entrada en una red tienen que poner doce, como si los que no las ponemos fueramos malos, malísimos.
¿No se han dado cuenta esos gilis, unos y otros, que lo importantes son las PERSONAS? Y que las banderas solo sirven para identificar a un pueblo, un estado o un país, pero nada mas. 

martes, 7 de febrero de 2023

La entrevista a Tamames


Leo que Vox querría proponer a Ramón Tamames como candidato a presidente del Gobierno de España y recuerdo una anécdota que me paso con este señor, y que quiero contar.

En los años ochenta, no recuerdo exactamente, tuve una experiencia con el señor Tamames que me desagradó muchísimo.

Yo en esa época era corresponsal del Diario de Cádiz en Sanlúcar de Barrameda. Era el mes de agosto y me encontraba en uno de los bares de la plaza del Cabildo tomando una cerveza.

De pronto se acerca un amigo, que además en esa época era concejal del PP, o puede que de AP, y me dice: En ese bar está Ramón Tamames con los de la Casa de Arizón. La Casa Arizón era una casa de cargadores de Indias, que estaba catalogada BIP, y que había comprado la empresa de señor Tamames, DAINURSA.

Sin pensármelo dos veces me acerqué al bar donde estaba, salude a todos y le pregunte si podía hacerle una entrevista.

- ¡Señor Barba, ponga la grabadora!

La entrevista que me dio era que él me decía esa frase, yo ponía la grabadora y Tamames soltaba:

- Señor Barba, la señora Julia Hidalgo es una impresentable.

Julia Hidalgo era concejal de Izquierda Unida en Sanlúcar, mujer de Willy Meyer y madre de Amanda Meyer.

Cuando yo apretaba la grabadora soltaba una retahíla de improperios, según le parecía.

Uno de los que le acompañaba me dice bajito:

- No se como te está dando la entrevista, porque él nunca habla con la prensa. Le has caído en gracia.

Yo creo que yo no le había caído en gracia, sino lo que le había caído en gracia eran las muchas copas de manzanilla que ya llevaba encima. O lo mismo influyó las muletas y el pobrecito, no se.

Ya había hecho que me sentara en la mesa y de vez en cuando me decía:

- Beba usted, señor Barba.

Mi truco era que yo había cambiado la manzanilla por agua, que me echaba en la copa como si fuese vino, pero vamos, que él tampoco se daba cuenta, que no estaba como para mirarme…

- Sr. Barba, ponga la grabadora...la señora Hidalgo es una….

Eran como las tres de la tarde, cuando Ramón Tamames desapareció. ¿Donde esta Tamames?. ¿Donde está Tamames?

Pues el Señor Tamames, en el mes de agosto, a las tres de la tarde y en Sanlúcar de Barrameda estaba tirado en uno de los bancos de la Plaza del Cabildo, sin zapatos y a todo lo largo. Yo intentando llamar al fotógrafo del Diario de Cádiz, pero en aquellos años no estaban los móviles tan extendidos. Una pena…

Mientras yo estaba con los otros y le pregunté a los acompañantes la razón de la visita, y me dijeron que iba a cruzar a Doñana, que había quedado con alguna persona para que le explicara, porque tenía que dar una charla en Madrid.

Habría pasado una hora cuando Tamames aparece de nuevo.

- ¡Vamos a llamar a Consuelo!.

Consuelo era una señora mayor, que era una de las propietarias que le había vendido la casa Arizón.

Yo la verdad es que me descompuse. Me parecía una barbaridad llamar a esa hora de la tarde, con la calor a esa señora, para nada, simplemente porque “era muy graciosa”.

Como ya estaba hasta las narices, como cada vez que me decía abra el micrófono era para meterse con la concejala, pero no contestaba a nada, decidí que ya era hora de estar en mi casa y al Señor Tamames que lo zurzan.

El día siguiente pregunté al concejal del PP o de AP, que ya ni lo se, que como había terminado la historia y me dijo que con borrachera y todo se fueron a coger la barcaza que tenía que cruzarles a la otra banda, Doñana, y cuando llegaron lo que hizo fue quitarse la ropa y bañarse en pelotas en la playa del coto.

Ah, y ya no habló con nadie. Cogió otra vez la barcaza y se vino para Sanlúcar, así que imagino que se inventaría los datos que le tenía que dar el técnico.

Y esta es mi historia con el señor don Ramón Tamames.

Nota: El banco redondo de piedra de la Plaza del Cabildo era donde estaba acostado el Sr. Tamames en el mes de agosto y a las tres o cuatro de la tarde.


viernes, 3 de febrero de 2023

Relato Pirata: Carmen y Pepe

CARMEN: Pepe, que dice el periódico que el banco donde tenemos el dinero ha ganado 3,145 millones de euros.

PEPE: Anda, mira que bien, para ellos claro.

CARMEN: ¿Tu crees que ahora que han ganado tanto dinero dejarán de cobrarnos las comisiones?

PEPE: No se porqué pero me parece que no.

CARMEN: Deberían, porque yo creo que ese dinero también es nuestro, ¿no?.

PEPE: ¿Nuestro?

CARMEN: Si hombre, ellos con lo que juegan es con nuestro dinero. ¿O es dinero suyo?

PEPE: No, es dinero nuestro que se lo damos para que nos lo guarde.

CARMEN: Se lo damos nosotros y después para que nos den algo nos dicen con cara destempladas: ¡El cajero!.

PEPE: Con el miedo que a mi me dan los cajeros, que encima están siempre en la calle y me puede robar cualquiera.

CARMEN: Ellos lo administran, pero para ellos, ¿no?.

PEPE: Me temo que si, y además como nuestra pensión es diminuta, nos cobran todos los meses por administrarlo.

CARMEN: Eso se lo deberían cobrar a los que mas tienen, que son a los que tienen que administrarle mas, porque a nosotros nos administra poco.

PEPE: Que razón tienes, mujer.

CARMEN: Si nosotros cobramos el día 25 y a las 10 estamos allí para que nos de el dinero, solo lo administra unas cuantas horas. Un poco caro nos sale.

PEPE: ¿Y que podemos hacer?

CARMEN: Yo le he escrito una carta a los de las pensiones y les he dicho que si sería posible que me lo dieran en un sobre.

PEPE: ¿Y que te han dicho?

CARMEN: Me han mandado una carta muy mona de tres folios para decirme que no. ¿Por qué gastan tanto papel, si con un papel de fumar que ponga NO tengo bastante?

PEPE: Tienes toda la razón del mundo.

CARMEN: ¿Sabes que me recuerda?

PEPE: ¿Qué?

CARMEN: El año que nos mandaron un papel que costaba mas que el medio euro que nos habían subido.

PEPE: A lo mejor es que con ese dinero van a devolver lo que les dio el Gobierno hace unos años.

CARMEN: ¿Tu crees?. No me digas esas cosas que me entra la risa y se me cae la dentadura.

elPirata