Si existe en el mundo una frase que me revuelve las tripas, que me pone de la mismísima mala leche que si me hubiesen pisado un callo es: “Fulanito está engañando a los españoles…., a los de Cádiz…. a los de Sanlúcar de Barrameda, …..a los de Andalucía o a los de Torrejón de Ardoz”.
Normalmente esta frase suele decirla un político, y casi siempre un político que no tiene ningún respeto por los ciudadanos-votantes.
¿Acaso piensan esos políticos que pertenecen a una casta diferente?. ¿Creen que los demás no tenemos la capacidad suficiente para saber cuando intentan engañarnos y cuando lo que dicen es la verdad?.
Que a veces los ciudadanos nos hagamos los tontos, o miremos para otro lado como si no nos hubiésemos enterado de lo que han dicho, no significa que oigamos perfectamente sus palabras y nos entren ganas de recordar al señor Guillotín, pero preferimos hacer como que no nos hemos enterado y obrar en consecuencia en la primera oportunidad de votar que exista.
El otro día me preguntaba alguien que cual consideraba que era el peor pecado de los políticos, a lo que le contesté que ellos no pueden tener pecados porque ni siquiera son conscientes de que están haciendo las cosas mal.
- ¡Como voy a estar haciendo algo mal yo que soy……!
Pero sin duda alguna si hubiese que achacar un defecto a los políticos, es que todos cuando llegan son totalmente prepotentes y se olvidan por completo que están allí porque una serie de gente que confió en lo que decía y decidió que era la mejor opción para administrarles.
Estoy convencido que a todos los políticos cuando llegan al cargo, en la jura o promesa de su cargo, le deberían entregar un cartelón que dijese: Estoy aquí porque me eligieron muchos que me pueden quitar, y no por obra y gracia del espíritu santo.
Normalmente esta frase suele decirla un político, y casi siempre un político que no tiene ningún respeto por los ciudadanos-votantes.
¿Acaso piensan esos políticos que pertenecen a una casta diferente?. ¿Creen que los demás no tenemos la capacidad suficiente para saber cuando intentan engañarnos y cuando lo que dicen es la verdad?.
Que a veces los ciudadanos nos hagamos los tontos, o miremos para otro lado como si no nos hubiésemos enterado de lo que han dicho, no significa que oigamos perfectamente sus palabras y nos entren ganas de recordar al señor Guillotín, pero preferimos hacer como que no nos hemos enterado y obrar en consecuencia en la primera oportunidad de votar que exista.
El otro día me preguntaba alguien que cual consideraba que era el peor pecado de los políticos, a lo que le contesté que ellos no pueden tener pecados porque ni siquiera son conscientes de que están haciendo las cosas mal.
- ¡Como voy a estar haciendo algo mal yo que soy……!
Pero sin duda alguna si hubiese que achacar un defecto a los políticos, es que todos cuando llegan son totalmente prepotentes y se olvidan por completo que están allí porque una serie de gente que confió en lo que decía y decidió que era la mejor opción para administrarles.
Estoy convencido que a todos los políticos cuando llegan al cargo, en la jura o promesa de su cargo, le deberían entregar un cartelón que dijese: Estoy aquí porque me eligieron muchos que me pueden quitar, y no por obra y gracia del espíritu santo.
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