Cuando esta mañana he leído en los periódicos que Gadafi había hecho instalar una Jaima en el jardín del complejo hotelero donde se aloja en Sevilla, pensé que era simplemente una gilipollez lo de la Jaima si estaba instalado en un complejo turístico de lujo con todas las modernidades habidas y por haber, incluso lo del famoso Spa, que hay que ser cursi para llamar así a varias piscinas rellenas de agua y tonterías.
Cuando me entero que lo de la Jaima es una especie de excentricidad, porque el mandatario se queda en una suite del hotel y la tienda de campaña es sólo para lo que sin duda podría haber utilizado cualquiera de las habitaciones del hotel, para las recepciones, es cuando ya pensé que definitivamente la gilipollez puede llegar a grados infinitamente grandes.
Claro que yo no entiendo nada porque en la noticia si la cena que compartió Gadafi con el ex presidente Aznar y esposa fue en
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