Se supone que cuando un programa invita a una persona a un programa es para que cuente su verdad, la verdad del invitado, nos guste más o menos y si ella cree, piensa o está convencida que las cosas sucedieron de una forma, ¿por qué ha de confesar o decir lo que los periodistas quieran?.
Ya me encantaría a mí que esos periodistas tan intrépidos fueran tan inquisidores con otros invitados a los que pelotean hasta la saciedad y hasta medio terminan lamiendo el culo.
Además que a mí personalmente la experiencia me ha enseñado que además del blanco y el negro existen una gran gama de colores y he terminado por no creer en los demonios, ni en los ángeles.
Ya me encantaría a mí que esos periodistas tan intrépidos fueran tan inquisidores con otros invitados a los que pelotean hasta la saciedad y hasta medio terminan lamiendo el culo.
Además que a mí personalmente la experiencia me ha enseñado que además del blanco y el negro existen una gran gama de colores y he terminado por no creer en los demonios, ni en los ángeles.
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