Juntaletras y unepalabras

Este artículo fue publicado el viernes 6/04/212 en el periódico "Sanlúcar Información"

Ahora que ya han pasado unos días de las elecciones andaluzas y ya desde la tranquilidad del tiempo transcurrido, que todo lo apacigua y se escribe mucho mejor y de forma más razonada quiero dedicar estas letras de hoy a algunas personas y a algunos hechos que me ponen de los nervios. Agradezco a mi compañero Vicente que me pidiera el espacio la semana pasada, porque calentito como estaba la semana pasada habría escrito cosas mucho más fuertes, y a lo mejor tampoco es eso.

No. No voy a hablar de los resultados, que son los que son, le guste más o menos a cada uno de los partidos y lideres que se presentaban, pero supongo que cada cual deberá actuar en consecuencia y decidir que se hace a partir de este momento.

Pero quiero dedicar este artículo que a los que desde el primer momento han confundido los deseos con la realidad, y ahora al ver frustrados sus deseos de un Javier Arenas presidente de Andalucía, se han dedicado a insultar, humillar, faltar, vilipendiar, ultrajar, denigrar y despreciar a los andaluces. No, casi no me estoy refiriendo a políticos, que algunos también entrarían en el saco, sino que son una serie de periodistas, comentaristas y analistas que como se creen con el derecho de decir lo que les da la gana, pues yo también lo tengo a pensar de ellos lo que me salga del alma y además lo hago desde el más profundo enfado. Desde el mismo enfado que deberíamos tener todos los andaluces.

Alguna gente por lo visto se ha creído que los andaluces somos los tontos del panorama autonómico español, el muñeco de pim, pam, pum de feria de los españoles y así cada vez que ejerciendo nuestro derecho hacemos lo que nos da la gana, echamos en la urna el voto que nos sale de los cataplines, aparecen como setas en otoños lluviosos los listos que se creen con el derecho a dar una explicación con el insulto y no se dan cuenta que lo que pasa en Andalucía es que cada cual habla como quiere, que no quiere ello decir que no sepamos cómo se escriben las palabras; que pensamos como nos apetece y que votamos simplemente como a cada uno le sale de su cabecita, que no voy a poner entrepierna para que no me digan que no se razonar.

Desde el día 25 por la noche he tenido que oír, leer y soportar toda una serie de barbaridades de una panda de impresentables que se creen con derecho a insultar simplemente porque no ha salido de las urnas lo que ellos querían: "factor miedo", "sentimiento pancista", "esclavos de la cuadriga", "rebaño", "el pueblo andaluz puede hoy remontar el estercolero de inmundicia", "del miedo al desamparo ha superado al rechazo moral ", "han generado un sentimiento pancista ", "el estado natural de Andalucía era el desempleo masivo, el abandono escolar y la corrupción pública", "en Andalucía, ha prevalecido el miedo y la inercia", "es la pura y dura lógica siciliana", “¡Qué escándalo!”. Todas estas frases y palabras que entrecomillado y muchas más que ya no recuerdo han salido de personas que se suponen que deben hablar o escribir desde el raciocinio, pero al final lo hacen desde la inquina.

¿Nunca han pensado que los andaluces estamos hasta los cojones de los señoritos y señoritingos?. ¿Todavía no han descubierto que el pueblo andaluz tiene la sabiduría de no dejarse engañar por los cantos de sirenas?. ¿Se atreverían esos sesudos juntaletras y unepalabras a decirlo que han dicho de Andalucía y de los andaluces de otra comunidad que no sea la nuestra?. Seguramente se cagarían. Lo que pasa es que saben que escribiéndolo sobre los andaluces la respuesta que van a tener es que lo ignoren, que es el peor de los castigos.

Y desde aquí lo único que pido es respeto, el mismo respeto que los andaluces tenemos con los demás ciudadanos de España y que respeten nuestra libertad de poder ejercer nuestro derecho al voto como creamos oportuno, sin que por ello tengamos que sufrir el insulto. Si se sienten desesperado porque no han conseguido salirse con la suya, les recomiendo una tacita de tila doble que es muy bueno para relajarse.