Yo que amo Cataluña, que me encanta, que me
parece una tierra preciosa y que cuando he ido me han tratado estupendamente y
que tengo amigos catalanes, me escandalizo con las declaraciones del jugador de
hockey, Álex Fábregas, que ha dicho en Twitter: Juego con España porque no
queda otra opción.
Yo que respeto todas y cada una de la
opciones políticas y defiendo el derecho de todos a decir lo que piensa, lo que
quiera, lo que le de la gana, lo que no soporto es la hipocresía.
Entiendo perfectamente y respeto que Álex
Fábregas no le apetezca, no quiera o no le ilusione jugar con la selección
española de hockey, pero lo que no aguanto es que diga una cosa y haga lo
contrario.
Álex, si te queda otra opción. Si. Te queda
la opción de no jugar. Te queda la opción de dejar jugar a otro chaval que si
tenga ilusión y ganas de hacerlo.
Fijate, Alex, que sencillo.
Ah, y algo que aconsejaría al entrenador de
la selección española de hockey es que no vuelva a llamar a Alex, pero no por
exclusión, sino porque no se puede permitir jugar en una selección a una
persona que no quiere, no le apetece y no le ilusiona.
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