Me estoy imaginando los señores
en el bar discutiendo sobre cuanto tardaban los servicios médicos en llegar
desde que se le llama, y a partir de aquí estoy imaginando el clásico y
terrible por las consecuencias que puede tener, “A que no hay huevos”. A que no
hay huevos de llamar y comprobar cuanto tardan.
No, esto no es fruto de la
imaginación del que esto les escribe, sino que ocurrió en realidad hace unos
días en Fuenlabrada, donde un hombre llamó al 112 para decir que le habían
pegado y que se encontraba mal, por lo que el servicio médico se desplazó hasta
donde le dijeron, y cuando llegaron se encontraron con que la alarma era simplemente una forma de
enterarse cuanto tardaban, vamos lo que se dice una gracia, porque mientras
esto ocurría, alguna persona podría necesitar de verdad el servicio.
Claro que lo que no se esperaba
el curioso es que el servicio 112 pusiese los hechos en conocimiento de la
Policía Local, con lo que le puede salir por un buen pico a tan insolidario
individuo.
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