Ayer estaba viendo la tele un
ratito del Telediario y la noticia estrella fue el juicio por el expolio del
Palau, pero no voy a entrar en la
noticia en sí, que es algo bastante farragoso y difícil de entender, pero lo
que me llamó la atención fue que uno de los imputados, el tal Félix Millet,
cuando casó a sus hijas cargó los gastos de las mismas al Orfeó, que es tener
la cara más dura que el mármol de carrara. Pero todavía más caradura es que
después de que no había gastado ni una gorda, le cobró a su consuegro, al padre
del novio de su hija, la mitad de lo que había costado, que era la nada
despreciable cantidad de 40.000 euros.
No quiero ni pensar como se
habrán puesto los consuegros de Millet cuando se habrán enterado que de forma
clara, que además es el nombre de la hija, les había tomado el pelo
directamente. Vamos, como para que los inviten a la cena de Nochebuena.
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