En algún momento algunas personas me han preguntado, me han dicho o incluso me han increpado en mensajes qué por qué soy tan escéptico en un tema del que creo que toda España está hablando. Es el tema Rocío Carrasco Antonio David. Pues muy fácil, yo ni creo, ni dejo de creer a uno ni al otro, ni al de la moto.
Me importa tres pimientos, pero
tres hermosos pimientos, porque creo que lo que están haciendo en esa televisión
no es un tema social, no es un tema reivindicativo, ni un tema de denuncia, sino
que es un asunto económico de los dos o de los tres o de los cuatro o de los cinco,
entonces no me voy ni siquiera a molestar en ver esos asuntos. Lo que sí me
molesta es que una televisión nos quiera vender como servicio público, como
obra social, como justicia algo que no es más que espectáculo.
A ellos, a la televisión, les
importa tres pimientos, por no poner una palabra más fuerte, lo que le pase a
uno, al otro o al de la moto. Lo único que quieren es share y la publicidad, lo
demás ya les cuento, los tres o cuatro pimientos, y si tienen que dejar por el
camino a fulanito, lo dejan y si tienen que dejar de un lado a menganita, la
dejan y si tienen que tirar a la papelera a cuarenta y cinco colaboradores de
un programa pues lo tiran. Les da igual, estoy convencido que no les importa
nada más que el dinero, el dinero, la publicidad, el share y la audiencia lo
demás pamplinas.
Por eso yo no hago ni puto caso a
lo que pueda decir ninguno, porque además creo que en ese mismo programa han
maltratado a mujeres, hombres y a todos o sea que de historia nada, ustedes han
tratado a esas personas muy, muy, muy, muy, muy mal.
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