lunes, 18 de abril de 2005

¿Es obligatorio ponerse corbata para ir a un restaurante?

Escribe Jaime Peñafiel en la columna del periódico donde escribe: El pasado sábado y en un restaurante madrileño de cinco tenedores, el único comensal con corbata era ese periodista. Cuando se lo hice notar al maitre, me respondió: ¡Si hasta el Príncipe viene sin ella! Y por aquello de salvar la categoría y el prestigio del local, me puntualizó: Lo que no permitimos es que vengan en chándal o con zapatillas deportivas.
Parece ser que Peñafiel no se ha enterado de que el hábito no hace al monje y que la categoría no la da una corbata o una chaqueta. ¡Con la cantidad de choris encorbatados que van diariamente a todo tipo de restaurantes y hoteles de lujo!.

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