Los Beckam

Ando extremadamente preocupado, preocupadisimo diría yo, con la partida de España, camino de Los Ángeles del todavía jugador del Real Madrid, aunque en descanso obligado, David Beckam y su esposa Victoria.

Pero mi preocupación no viene por el Real Madrid, que supongo que se habrá quedado como perro al que quitan pulgas; ni por los aficionados madridistas, que pronto descubrirán que a rey muerto, rey puesto. Tampoco mi preocupación es por las marcas comerciales, que no tardarán mucho en descubrir, si no lo han hecho ya, que sin el jugador de fútbol nos afeitamos lo mismo.
Mi extrema congoja llega por los pobres dueños de las tiendas pijas de Madrid, que ellos si que van a notar en sus cajas la marcha de David y Victoria. ¿Qué harán ahora sin sus mejores clientes?. ¿Qué harán ahora sin los mejores compradores de chorradas caras?.
Claro que tampoco deben preocuparse mucho, porque en este país los gilis existen a espuertas y no tardará mucho en llegar quienes los sustituyan.