Me muero de la risa cuando leo o escucho todos aquellos que se escandalizan porque haya ido Rodolfo Chiquilicuatre a Eurovisión, e incluso dicen que es bochornoso el lugar en que hemos quedado este año, olvidando la cantidad de años que con canciones “supuestamente ortodoxas” hemos quedado como el culo.
Me muero de la risa cuando una televisión privada se escandaliza hasta extremos ridículos porque la canción naciera como una broma de las Sexta y el público español, que pasa de casi todo, hubiese decidido enviarlo a que nos representase. Si ellos hubiesen tenido la idea todo sería maravilloso y el chiquilicuatre un fenómeno mediático sin parangón.
Me muero de la risa cuando oigo a José Luís Uribarri dejando en ridículo a toda la organización del festival de Eurovisión al acertar en mas de un 90% lo que van a votar cada uno de los países. Y mientras nosotros aquí escandalizándonos con lo que hemos enviado a Belgrado. Hubiera sido igual si hubiésemos enviado a Placido Domingo o a Montserrat Caballé.
Me muero de la risa cuando veo que después de quedar en el puesto 16 estoy convencido que la canción “Baila chiqui, chiqui” va camino de convertirse en un éxito en todos los países como si fuera una Macarena.
Me muero de la risa cuando algunos medios de comunicación se escandalizan de que “con dinero público” se potencie una canción que no dice absolutamente nada. Jajaja, con la cantidad de tonterías, pamplinas y mamarrachos que se potencian todos los días con dinero público, desde la cocina de no comer nada a los trajes de no ponérselos nadie.
Claro que con lo que más me muero de la risa es al escuchar a Massiel por los programas de televisión, previo pago, por supuesto.
Me muero de la risa cuando una televisión privada se escandaliza hasta extremos ridículos porque la canción naciera como una broma de las Sexta y el público español, que pasa de casi todo, hubiese decidido enviarlo a que nos representase. Si ellos hubiesen tenido la idea todo sería maravilloso y el chiquilicuatre un fenómeno mediático sin parangón.Me muero de la risa cuando oigo a José Luís Uribarri dejando en ridículo a toda la organización del festival de Eurovisión al acertar en mas de un 90% lo que van a votar cada uno de los países. Y mientras nosotros aquí escandalizándonos con lo que hemos enviado a Belgrado. Hubiera sido igual si hubiésemos enviado a Placido Domingo o a Montserrat Caballé.
Me muero de la risa cuando veo que después de quedar en el puesto 16 estoy convencido que la canción “Baila chiqui, chiqui” va camino de convertirse en un éxito en todos los países como si fuera una Macarena.
Me muero de la risa cuando algunos medios de comunicación se escandalizan de que “con dinero público” se potencie una canción que no dice absolutamente nada. Jajaja, con la cantidad de tonterías, pamplinas y mamarrachos que se potencian todos los días con dinero público, desde la cocina de no comer nada a los trajes de no ponérselos nadie.
Claro que con lo que más me muero de la risa es al escuchar a Massiel por los programas de televisión, previo pago, por supuesto.
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