sábado, 6 de marzo de 2010

Una “patocha”

Ni me gustan los toros ni me dejan de gustar, cuando era pequeñito me llevaba mi padre a la plaza y ahora de mayor he ido un par de veces, la última este verano y por hacer algunas fotos, pero en mi opinión no deja de ser una patochada, “una patocha dicha por mi” tanto la tontería del parlamento catalán, con aquello de prohibir las corridas de toros y los espectáculos taurinos. Bueno parece que solo algunos y que en otros que a ellos les interesa los toros no tienen sangre y el corazón es de corcho. A mí la verdad que puedan prohibir o no los toros en Cataluña es algo que me importa tres pimientos, pero una cosa es que una comunidad pueda sentir de pronto unos tremendos deseos ecológicos, ecologistas, antitaurinos o lo que sea, aunque después falten entradas cuando torea José Tomás en Barcelona, y otra muy distinta es que una presidenta de una comunidad autónoma haga el ridículo con un capote en la mano, para ser portada de los periódicos más carcas de España, aunque el dueño de uno de ellos pueda defender en Cataluña el no a los toros, y “una patochá” que declare, ella y sus monaguillos de Valencia y Murcia, (BIC) Bien de Interés Cultural, que no es otra cosa que una figura jurídica de protección del patrimonio histórico español, tanto mueble como inmuebles. ¿Qué son las corridas de toros muebles o inmuebles?.
Por cierto, doña Espe, yo no sé si sabe que Cataluña no es la primera en querer prohibir los toros, le recuerdo que hace ya tiempo, desde el año 1991, no se celebran corridas de toros en Canarias y a usted no la he visto con capote en el Mundo, Abc y La Razón, por ello.
Lo que le digo, “una patocha”.


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