jueves, 9 de octubre de 2014

Indultos

Desde luego que cada día me apetece menos leer el periódico mientras desayuno, porque me llevo unos sofocones de madre y señor mío y hasta cabe la posibilidad que un día de estos se me atragante un bocado o me siente mal la “tostá” con aceite que me como.
¿A qué viene esto?. Después de enterarme de la cantidad de políticos que están pidiendo el indulto al tener condenas firmes por algún tipo de delitos y de las instituciones e instituciones que están pidiendo el indulto para estos confirmados corruptos, me pregunto:
¿No se supone que el indulto es una medida de gracia extraordinaria que sólo se debe dar en algunos casos muy determinados y puntuales?.
¿Cómo puede pedir o avalar una solicitud de indulto para unas personas que han traicionado vilmente la confianza de los ciudadanos?.
Hoy leo que una serie de instituciones y personas todas muy conocidas y rimbombantes han pedido el indulto para un político, que no voy a nombrar porque podrían decir que intento politizar la historia, con la extravagante justificación de “su larga trayectoria de servicio a la ciudadanía”. ¿Coño, que tiene que ver el tocino con la velocidad, que se decía antes?. Se puede ser una persona con una excelente, magnifica e impecable trayectoria de servicio a la sociedad y ser un chorizo con guita y todo. ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra?. Además resulta que estos servidores de la sociedad siempre han cobrado por ello, es decir que en ese tema no han hecho más que cumplir la obligación por la que le pagaban.

Por favor olviden los indultos para cuando sale el Cristo del Perdón, de Málaga, y dejen que los condenados en condena firme cumplan lo que ha dictado una sentencia, que de otra forma dejan ustedes a la justicia de España como una mierda.

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