Desde luego que cada día me
apetece menos leer el periódico mientras desayuno, porque me llevo unos sofocones
de madre y señor mío y hasta cabe la posibilidad que un día de estos se me
atragante un bocado o me siente mal la “tostá” con aceite que me como.
¿A qué viene esto?. Después de
enterarme de la cantidad de políticos que están pidiendo el indulto al tener
condenas firmes por algún tipo de delitos y de las instituciones e
instituciones que están pidiendo el indulto para estos confirmados corruptos,
me pregunto:
¿No se supone que el indulto es
una medida de gracia extraordinaria que sólo se debe dar en algunos casos muy
determinados y puntuales?.
¿Cómo puede pedir o avalar una
solicitud de indulto para unas personas que han traicionado vilmente la
confianza de los ciudadanos?.
Hoy leo que una serie de
instituciones y personas todas muy conocidas y rimbombantes han pedido el
indulto para un político, que no voy a nombrar porque podrían decir que intento
politizar la historia, con la extravagante justificación de “su larga
trayectoria de servicio a la ciudadanía”. ¿Coño, que tiene que ver el tocino
con la velocidad, que se decía antes?. Se puede ser una persona con una
excelente, magnifica e impecable trayectoria de servicio a la sociedad y ser un
chorizo con guita y todo. ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra?. Además
resulta que estos servidores de la sociedad siempre han cobrado por ello, es
decir que en ese tema no han hecho más que cumplir la obligación por la que le
pagaban.
Por favor olviden los indultos
para cuando sale el Cristo del Perdón, de Málaga, y dejen que los condenados en
condena firme cumplan lo que ha dictado una sentencia, que de otra forma dejan
ustedes a la justicia de España como una mierda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario