domingo, 23 de agosto de 2020

¡Dejad a los niños en paz, carajo!

 Estos días, bueno estos días no, que llevan así unos pocos de meses, incluidas vacaciones, que un grupo de gente se supone que, con la buenísima idea de molestar y fastidiar, se van a la puerta de la residencia o la residencia de vacaciones de los hijos del vicepresidente del Gobierno. A mí que ni soy de Podemos, ni me caen especialmente bien Pablo Iglesias, ni Irene Montero, me parece una barbaridad lo que se viene haciendo con unos niños a los que se molesta, se acosan, se asustan y hasta se puede considerar que están haciendo bullying, y en definitiva ya creo que sería hora de que interviniera el Defensor del Menor, porque estoy convencido que lo que se están haciendo esos energúmenos es un delito contra los menores. ¿O acaso les gustaría que se lo hiciesen a sus hijos con mascarillas con la banderita de España incluida?

Es que él dijo…. Dijera lo que dijera, esos energúmenos pueden ir a molestar, a fastidiar, a joder al vicepresidente o a la ministra en su trabajo, en sus visitas o donde les dé la gana, pero no molestando, fastidiando o jodiendo a niños pequeños, que ni son vicepresidentes, ni son ministros, ni quien sabe si cuando sean mayor serán de Podemos.

Es que cuando se hacía a… Nunca, nunca, nunca nadie le ha hecho ningún acoso semejante de meses a los hijos de ningún político, que los mayores lo llevan en el sueldo.

Iba a decir que por favor dejaran ya tranquilos a esos niños, pero que carajo, nada de favor, dejen tranquilos a esos niños y a todos los hijos de todos los ciudadanos españoles. Ah, y a vosotros medios de comunicación fachillas, que tanta gracia os hace que se moleste a unos niños, ¿no os habéis  dado cuenta que eso esta en contra del  código deontológico de todo periodista?

Claro, que lo más seguro es que me preguntéis que eso que es.

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