martes, 21 de diciembre de 2004

Algunas razones para no gustarme la navidad

Nunca me gustó la navidad. Esto dicho así de entrada parece que se dice de forma dramática y con tristeza, pero no. Yo tengo miles de motivos para que no me guste la navidad y todos ellos son bastante lógicos y no tienen nada que ver con el corazón.
Nunca me gustó la navidad porque me pone de los nervios tanta lucecita de colores en calles que ayer estaban oscuras como boca de lobo.
Nunca me gustó la navidad porque estoy hasta el gorro de tener que ir siempre a los mismos grandes almacenes abarrotados de gente que compra, compra y compra de forma compulsiva, como si los productos se fueran a acabar.
Nunca me gustó la navidad porque en la lotería no me ha tocado jamás ni la pedrea.
Nunca me gustó la navidad porque a veces reconozco que soy un poco pavo.
Nunca me gustó la navidad porque estoy hasta el gorro de tener que divertirme por cojones con gentes que no me hacen ni chispa de gracia.
Nunca me gustó la navidad porque las famosas muñecas de famosas ya no se dirigen al portal, sino que hacen viajes del Inserso.
Nunca me gustó la navidad porque estoy hasta los cataplines de tener que dar las gracias al jefe por una lata de mortadela, una botella de vino peleón y una caja de polvorones normalitos.
Nunca me gustó la navidad porque todos los que anuncian las colonias en la tele están mucho mas buenos que yo.
Nunca me gustó la navidad porque ya casi no me quedan familiares con los que discutir la noche de nochebuena.
Nunca me gustó la navidad porque el champán no me hace ni chispa de gracia y cada vez que lo tomo pongo una cara rarísima. Lo siento, pero prefiero el pan tumaca.
Nunca me gustó la navidad porque después me tengo que llevar varios meses para quitarme todo lo que me sobra por todos lados, menos por el bolsillo.
Nunca me gustó la navidad porque luego me tengo que llevar varios meses intentando recuperarme de todo lo que he comprado sin necesidad alguna.
Nunca me gustó la navidad porque me pone de los nervios la solidaridad de quince días, con la barriga llena.
Nunca me gustó la navidad porque me cansa mucho tener que tirar a la papelera tanto crisma de gente que no conozco.
Nunca me gustó la navidad porque me encrespan los mensajes cursilones y falsos de los políticos deseándome que pase un feliz año siguiente.
Nunca me gustó la navidad porque siempre termino atragantándome con las uvas y me llevo el año siguiente pensando que todo lo malo de ese año la tienen las uvitas de la suerte atragantadas.
Nunca me gustó la navidad porque los cotillones me parecen la forma más tonta de tirar un buen dinerito en una diversión obligatoria.
Nunca me gustó la navidad porque no me sientan bien el esmoquin.
Nunca me gustó la navidad porque cada 20 de diciembre estoy deseando que llegue el 7 de enero.
Nunca me gustó la navidad porque ya no me caben en el armario las corbatas que nunca me pondré, se pongan como se pongan.
Nunca me gustó la navidad porque no entiendo que los demás no entiendan que a mi no me guste la navidad.
Nunca me gustó la navidad porque no me gusta que me digan que yo soy un aburrido en estas fiestas.
Nunca me gustó la navidad porque los simpáticos políticos podrían poner los altavoces con villancicos en las calles de sus maravillosas urbanizaciones de lujerío.

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