Desde hace un montón de tiempo tenías ganas de comenzar una sección en este blog, bueno la verdad es que primero intentaba hacerlo de forma independiente pero nunca cuajó, que se titulara algo así como Me cae bien y que periódicamente estuviese dedicada a una persona o personaje del mundo social, de la farándula, de la cultura o incluso político que de verdad me caiga bien.
Nunca lo había conseguido y quiero que hoy comience la serie de hablar bien de personas, cosa rara hoy en día, y quiero hacerlo hablando de una persona que me cae de puta madre. Antonio Banderas me cae bien desde hace un montón de tiempo, desde que veía las primeras películas donde era mucho más joven y hoy, coincidiendo como director de su primera película en España, El camino de los ingleses, me parece una excusa para comenzar por Antonio, por un actor que ha conseguido ser sencillo o por lo menos lo parece desde Wollywood, un actor que todavía tiene la pinta de un chico de barrio y que ha conseguido hasta que los paparazis a veces se sientan culpables por darle tanto tostón todos los veranos e incluso intenten buscar unos días de tranquilidad después de la vorágine de su llegada acompañado de su mujer y sus hijos.
Alguien contaba el otro día en un periódico o en la tele, yo que se, que rodando esta película en el centro de Málaga, el pidió que le dejarán unos días tranquilo grabar, pero todos los días se concentraban cientos de personas para ver el rodaje y ver a Antonio Banderas y al pasar por allí una señora gritó a todos los demás “Dejad ya al muchacho tranquilo que haga la película”. Pienso que este comentario se lo harían a pocas personas, y una de ellas es Bandera porque tanto él, como su madre, su padre e incluso Melany han conseguido ganarse el respeto y la simpatía de los españoles y que al final a casi todos nos caiga bien.
Nunca lo había conseguido y quiero que hoy comience la serie de hablar bien de personas, cosa rara hoy en día, y quiero hacerlo hablando de una persona que me cae de puta madre. Antonio Banderas me cae bien desde hace un montón de tiempo, desde que veía las primeras películas donde era mucho más joven y hoy, coincidiendo como director de su primera película en España, El camino de los ingleses, me parece una excusa para comenzar por Antonio, por un actor que ha conseguido ser sencillo o por lo menos lo parece desde Wollywood, un actor que todavía tiene la pinta de un chico de barrio y que ha conseguido hasta que los paparazis a veces se sientan culpables por darle tanto tostón todos los veranos e incluso intenten buscar unos días de tranquilidad después de la vorágine de su llegada acompañado de su mujer y sus hijos.
Alguien contaba el otro día en un periódico o en la tele, yo que se, que rodando esta película en el centro de Málaga, el pidió que le dejarán unos días tranquilo grabar, pero todos los días se concentraban cientos de personas para ver el rodaje y ver a Antonio Banderas y al pasar por allí una señora gritó a todos los demás “Dejad ya al muchacho tranquilo que haga la película”. Pienso que este comentario se lo harían a pocas personas, y una de ellas es Bandera porque tanto él, como su madre, su padre e incluso Melany han conseguido ganarse el respeto y la simpatía de los españoles y que al final a casi todos nos caiga bien.
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