domingo, 17 de diciembre de 2006

Arturo Pérez Reverte

Transcribo en este blog una parte del artículo de Arturo Pérez Reverte, publicado hoy domingo en la sección Patente de corso, del magazine XLSemanal, por tres razones:
1º creo que es interesante lo que cuenta.
2º Hay tontos que tontos nacen, hay tontos que tontos son, y hay tontos que de tanto hacer el tonto vuelven tontos a quien no lo son.
3º Como es mi blog me permito el lujo de poner todo aquello que estime oportuno.
De todas formas les recomiendo que lean el artículo completo y lo pueden hacer pinchando en el siguiente enlace.
De todas formas, en eso del disparate mis ídolos son los asesores lingüísticos de la Junta de Andalucía; sin duda la comunidad autónoma que con más entusiasmo practica la farfolla parlanchina. Cualquier lectura de su boletín oficial depara momentos hilarantes, e incluso laxantes. Muy recomendable, si a uno le gusta pasar buenos ratos echando pan a los patos. La última perla corresponde al flamante Estatuto andaluz. Después de consultar con la RAE la oportunidad de utilizar lo de «diputados y diputadas, senadores y senadoras, presidente y presidenta, aceituneros y aceituneras altivos y altivas» y todo eso, y recibir un detallado informe de por qué, además de una imbecilidad, es incorrecto e innecesario –el uso del masculino genérico no responde a discriminación ninguna, sino a la ley lingüística de la economía expresiva–, la comisión constitucional del Congreso de los Diputados y la delegación de parlamentarios andaluces han decidido, naturalmente, prescindir del dictamen académico, por no ajustarse éste al tonillo demagógico que le buscan a la cosa. Y ahí tienen a la Junta de Andalucía, impasible el ademán, dispuesta a cambiar una vez más, por su cuenta y por la cara, la lengua común que veinte siglos de cultura e historia han dado a quinientos millones de personas. Ele. Por la gloria de su madre. Y de su padre.

No hay comentarios: