¿El extraño caso del gourmet desaparecido?, o como irse sin pagar de un restaurante

Esta semana ha sido noticia el señor que presuntamente “desapareció” después de pegarse entre pecho y espalda una comilona de madre y señor mío en un famoso restaurante catalán, que no voy a nombrar porque ya bastante publicidad se ha hecho a costa del desaparecido aparecido en Ginebra, además que estoy convencido que aunque pusiese el nombre si algún día se me ocurriese ir a comer allí me cobrarían lo mismo, pues nada, sin nombre.
Claro que esta noticia que ha estado circulando por todos los periódicos, radios y televisiones del mundo tienen algunos “puntitos oscuros” que nos hacen ver como una gran mentira puede parecer verdad a fuerza de repetirla muchos medios de comunicación muchas veces.
1º ¿Quién coño puso la denuncia por desaparición de Pascal Henry? ¿Quién puede poner una denuncia por desaparición de un ciudadano adulto que se va sin pagar de un bar, perdón restaurante, aunque se haya dejado allí el sombrero y un cuaderno de notas?
2º ¿Por qué la policía, en este asunto los mossos d’Escuadra, hacen tanto caso a esta desaparición y le dedican tanto tiempo, medios y dinero a un caso que ni siquiera lo es? ¿Harían el mismo caso si el desaparecido se hubiese ido sin pagar de la tasca de mi barrio, se hubiese dejado allí una gorra, el tabaco y el mechero y fuese encofrador?
3º ¿Por qué los periódicos, radios y televisiones dan tanto espacio al caso de un señor que lo único que había hecho es irse de un caro restaurante sin pagar? ¿Será porque en el mes de agosto tenemos que tragarnos los lectores y televidentes todas las pamplinas, tonterías y chorradas que los medios quieran porque están la mayoría de los redactores rascándose la barriga en las playas? ¿No sería lógico que el mes que un periódico tiene menos páginas y las noticias son de chichimosca nos cobraran menos por los mismos?
4º ¿Son conscientes policía, mossos, periodistas, redactores y directores de medios de comunicación del ridículo con este tipo de noticias?
5º) Encima tengo que soportar varias declaraciones de personas que nos demuestran lo importante que estar calladito en algunos momentos: Elena Ribera, diputada de CIU y responsable de temas de Interior. “Todo nos hace pensar que una vez más no hemos estado a la altura de las circunstancias”. ¡Bingo!. Eso es algo que sabe hasta mi sobrino de nueve años, pero mi sobrino que es un poco quisquilloso diría: ¿Y ese dinero quien lo paga? Po quien lo va a pagar, desgraciadamente los ciudadanos mientras que los políticos responsables y directores de periódicos se van a comer a un restaurante de lujo y no tienen que perderse para no pagar, porque abonan con tarjetita de oro, plata o bronce.
Otro que también ha perdido la oportunidad de estar callado es Juli Soler, socio del famoso restaurante, que ha declarado que el restaurante no piensa demandar al “perdido” y que están satisfechos de que esté sano y salvo, y bien publicitado el restaurante, diría yo.
6º Le voy a pedir un favor y es que pongan en Google el nombre del desaparecido aparecido que nunca había desaparecido: “Pascal Henry” y verá la cantidad de barbaridades, tonterías y pamplinas que se han publicado sobre este asunto. Podrá divertirse un rato.