Cucarachas

Lo que son las cosas, toda la vida metiéndonos, acusando de asquerosas e intentando deshacernos de las que odiadas cucarachas, esos animales que no sé porque se han convertido en los más denostados y los más perseguidos por ayuntamientos con campañas de desinsectación y ahora resulta que según se publica en casi todos los periódicos del día de hoy, investigadores de la Universidad de Nottingaham han descubierto potentes propiedades antibióticas en el cerebro de las cucarachas y que podrían ser más beneficiosas para la salud que un peligro, porque podrían servir para el desarrollo de futuros antibióticos.
Quien nos lo iba a decir cuando encontramos dentro de nuestra casa uno de esos bichitos y montamos el chou buscando un zapato con que aplastarla, el tarro del insecticida o corremos a la calle en busca de alguien que sea capaz de acabar con ella.
Esto tal vez nos demuestre que casi nada es lo que parece, que nada ni nadie es tan malo ni tan bueno y que a veces nuestras ideas preconcebidas nos hacen odiar o amar de una forma que no tiene sentido, y recuerdo ahora que el caso contrario puede suceder con un animalito que jamás consiento que se acerque a mí, pero que las mamas y los papas miman dando a sus hijos comida que las engorda en plazas y calles de nuestras ciudades sin comprender el daño que pueden ocasionar a edificios y personas. Yo las llamo las ratas del aire, las cada día más prolíficas palomas de la ciudad.
Claro que esto tampoco quiere decir que pasemos a convertir nuestras casas en criaderos de cucarachas.