Muerto el perro, se acabó la rabia

El asunto de Jesús Neira, al que por supuesto no pienso dedicar ya ni una sola palabra por no darle más publicidad, se está terminando en convertir en un sinsentido total, porque ahora resulta que la señora presidenta de la Comunidad de Madrid en lugar de cesar al momento a una persona que él solito ha llegado a convertirse en un personaje al que nadie cree que pueda ser modelo de nada, tal vez por soberbia, por no dar su brazo a torcer, por demostrar que es más chula que nadie, ha decidido que lo mejor es cargarse el Observatorio Contra la Violencia de Género que ella misma creó por decreto el 27 de noviembre del año 2003.

Y así en lugar de cesar, como debería haber hecho, lleva a efecto el refrán y antes de tomar la decisión que debía me cargo el perro.

Claro que como las justificaciones a posteriori son fáciles de dar y nos cuenta que era una decisión que ya estaba prevista desde antes del verano. Claro y si mi tía tuviese bigotes sería mi tío.