jueves, 22 de septiembre de 2011

Los enemigos de la maquinita


Anoche tuve la santa paciencia, la del santo Job, de ponerme delante de la tele e intentar ver el programa Enemigos Íntimos.
A mí, que siempre me han gustado, divertido y entretenido los programas del corazón y que incluso tengo en mi pagina una sección que los comentaba, y digo comentaba porque cada vez me divierten menos y cada vez los considero más un circo donde los gladiadores son los comentaristas que se degüellan entre ellos, al tiempo que despedazan sin piedad a otros, estén de acuerdo o no.
Así que cada día me solazan menos ese tipo de espectáculos y por tanto tengo casi abandonado la parte frívola y del corazón. ¡Que los zurzan!.
Nunca creí que llegaría a escribir esto, pero dios mío que beneficio a la sociedad harían si un día quitaran de un plumazo el programa mamarrachero y asqueroso Enemigos Íntimos.
Lo veo para poder criticarlo, y me costó muchísimo trabajo terminarlo, que de hecho la última media hora fue imposible y termine durmiéndome. Ah, y no me digan que una solución es quitarlo y poner otra cadena porque la obligación de toda persona con las basuras es barrerla y limpiarla, o por lo menos ayudar.
Estuve viendo el programa mientras "trabajaba" un poquito en el ordenador, pero ya cuando pegue un salto en la silla fue cuando el presentador dijo que tenían una maquina nueva, genial, fantástica, maravillosa, que detectaba las mentiras en la voz, ¿qué habría pasado si le hubiesen puesto la maquinita al presentador en ese momento?.
La sensación que tuve cuando vi el espectáculo fue entre bochorno, risa e indignación. ¿Puede creerse alguien que exista un tiesto así?. Como diría Fernán Gómez: "A la mierda".
Que un tiesto así se utilice para poner a parir a una persona, aunque sea Rosa Benito, que tampoco es que me caiga especialmente bien, pero creo que a nadie, ni aunque gane mucho dinero en un programa de televisión se la debe intentar humillar de ese modo.
Y mire usted que cosas que los humilladores son una serie de gente que se los podría definir con cuatro palabras a cada uno: el que tiene tanta inteligencia como pelo, otro que cada semana muerde la mano que le dio de comer, porque si no es por ellos, de que..., otra que tiene menos vergüenza que bragas, una señora que era más decente cuando hacia sus peliculitas, y para que seguir.
Si el detector ese de los demonios fuese efectivo, ¿no creen que lo utilizarían todas las policías del mundo y se acabaron de un plumazo los delitos de la tierra?.
No, mire usted que cosa, lo utilizan los servicios secretos, que eso no se sabe muy bien qué son y además como son secretos se supone que no van a salir nadie perdiendo el tiempo en decir que es mentira.
¡Pamplinas!

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