lunes, 14 de mayo de 2012

Bankia


Lo de los bancos me tiene negro, pero negro retinto, porque eso de que uno no estudiase económicas para poder explicar y justificar lo injustificable que viene sucediendo es muy duro.
Claro que me estoy refiriendo a Bankia, a Rato, a los que lo nombraron y a la madre que los parió a todos.
Yo no entiendo, y por más que me lo expliquen no lo entenderé jamás, que Rato se vaya, lo echen o vaya usted a saber; y todo quede como si nada. Vamos que ha dejado el banco mas pelao que un geranio en noviembre, pero ha sido un gran gestor, ¡un maravilloso gestor!, que la culpa de todo es de Zapatero, como no, de los sindicatos, el gobernador del Banco de España, de los ciudadanos o del lucero del alba, que no sé yo si también; pero él no, los que lo pusieron que ahora miran para otro lado disimulando, tampoco. Ellos nunca se equivocan, a lo mejor es que como también tienen al Rouco intercediendo...
Lo lógico es que Rato cuando llegó al cargo hubiese dicho como se encontraba el banco, que todos nos hubiésemos enterado que la cosa estaba de regular para peor, pero no. Ahora nos viene con las rebajas, pero los demás en lugar de enchironarlo, aunque sea por inútil, rumorean que lo premiarán con un carguito en Repsol, como si la empresa no tuviera ya bastante con la presidenta de Argentina. ¡Desde luego...!.
Pero no se preocupen aquellos que tengan en estima a Rato, que no le pasara absolutamente nada de nada, que siempre se dijo aquello de perro no come perro y los lloriqueos que él y sus amigotes andan soltando por los periódicos, radios y televisiones diciendo que lo ocurrido es un castigo, un abandono de Rato por el Partido Popular no son más que lagrimas de cocodrilos, porque al final sus amiguitos terminaran castigándolo dándole una patada para arriba, pero a los pobres desgraciaditos que tienen participaciones preferentes les darán viento fresco.
¿Un euro a que termina siendo así?.

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