sábado, 20 de julio de 2013

Concha

Artículo publicado en el periódico Sanlúcar Información el 13 de julio de 2013
Mi primer recuerdo de la gran periodista que fue Concha García Campoy es de finales de los años setenta, cuando presentaba junto a Manuel Campo Vidal el Telediario de sobremesa de la entonces mejor televisión de España, porque no había otra. Recuerdo que me encantaba en ese momento las dos mujeres que componían el plantel de presentadoras de los telediarios, Concha García Campoy y Ángeles Caso. Su forma de hacerlo me gustaba mucho, su sonrisa y la alegría que transmitía me fascinaba, que en la tele también es muy necesario que la cámara te quiera.
Voy a contarles un secretillo. He de decir que muchas de los datos que tengo guardados sobre Sanlúcar de Barrameda en mi ordenador se los debo a Concha García Campoy, porque recuerdo cuando me quedaba en mi casa por la mañana hasta las tantas los sábados y los domingos, en mi habitación leyendo, buscando, tomando notas o pasando al primer ordenador que tuve, un olivetti antediluviano. Pero les puedo asegurar que mi intención en ese momento no era leer, ni escribir, ni anotar nada, mi única intención era escuchar a Concha García Campoy en la Cadena Ser, cuando los sábados y domingos había el programa A vivir que son dos días, que como ella no lo hizo después nadie. Eso era radio y supieron recompensarlo porque con ese programa se convirtió en líder de audiencia de su franja y conquistó un montón de merecidos premios, y consiguió consolidar tanto el programa que aun hoy en día continua emitiéndose, aunque hayan cambiado las voces que lo han presentado en estos años. Era un programa fresco y que el que lo escuchaba, por lo menos yo, tenía sensación de muy buen rollo.
Siguió en otras emisoras de radio, noches, tardes, mañanas, sábados y domingos, aunque yo ya aquí la seguí mucho menos y volví a recuperar a la Campoy en el programa de televisión La gran ilusión, que a pesar de no ser un gran cinéfilo siempre solía ver, tal vez porque me encantaba la presentadora.
Fíjense que siempre tuve la sensación de que ella era mucho mayor que yo, la recordaba como si cuando yo la veía en aquel telediario fuese un niño y ella ya una mujer, y resulta que ahora me entero que era un año más joven que yo.
Triste, muy triste ha sido para mí el fallecimiento de esta gran periodista. Es de las pocas personas públicas por la que he sentido mucho, mucho su perdida. Ya me puse muy triste cuando me enteré que abandonaba la profesión por la enfermedad, pero el otro día estaba delante del ordenador zascandileando para intentar olvidarme de “la calo”, tenía puesto el televisor, aunque sin hacerle mucho caso, y de pronto el presentador anuncia que una persona muy querida había fallecido. Les aseguro que por un momento a mi mente me vino otro nombre, que no voy a decir porque me parece un poco ordinario, pero cuando me enteré que era Concha García Campoy, me puse muy triste y aunque no tenga nada que ver con lo que hago habitualmente, me propuse que el artículo de esta semana se lo dedicaría a ella, entre otras cosas porque a mi me hubiese gustado ser como Concha, una persona trabajadora, una persona que comunicaba, una persona a la que sus amigos y compañeros respetaban.
Descanse en paz, y cada vez que en mi página de Internet escriba esas curiosidades de Sanlúcar de Barrameda me acordaré de ella, porque ella también es responsable que tomara esas miles de notas durante unos años, por distraerme mientras la escuchaba los sábados y domingos.
Antonio Barba Jiménez

No hay comentarios: