Leo, y me ponen los pelos de
punta la historia de Antonio. Antonio fue detenido, juzgado y condenado a dos
años y ocho meses de prisión por un delito de robo con violencia.
Esta es la reseña de una noticia
que supongo que sí fue publicada en 2010, cuando ocurrieron los hechos, seguro
que no ocupó más de unas líneas interiores en las páginas de sucesos de los
periódicos locales. La historia de un hombre que rompió el cristal de un coche
en el que viajaba una mujer, que según ella lo reconoció, y se llevó el bolso.
Al cometer el delito parece que
el ladrón dejo su sangre en el cristal del coche, por lo que se decide
practicar la prueba de ADN para corroborar la culpabilidad, pero he aquí que
mientras los resultados llegan ya se ha instruido la causa, sin resultados, la
señora ha declarado que Antonio fue el que le robó el bolso, dios le conserve la
vista, se celebró el juicio, llegó la sentencia, se ejecutó la misma, aun sin
resultados, entró en la cárcel, pasó un año y cinco meses, y por fin llegaron
los resultados de las pruebas del ADN donde se aclaraba que Antonio no había
sido el autor del robo, pero he aquí que Antonio había quedado en el camino,
porque Antonio había muerto en la cárcel, después de cumplir catorce años de
prisión.
Con lo que tardan en este país
los juicios, sobre todo aquellos que interesan, ¿costaba tanto trabajo esperar
para celebrar el juicio a que estuviera la prueba de la inocencia?. ¿Costaba
tanto trabajo, en un país donde las ejecuciones de sentencias se alargan, se
alargan y se alarga, retrasar la condena hasta que llegasen los resultados del
ADN?.
Ahora el Tribunal Supremo le
absuelve y pide que se celebre el juicio contra el verdadero culpable.
En el lenguaje farragoso que les
caracteriza dice el tribunal supremo: "se trata de sanar situaciones
acreditadamente injustas en las que se evidencia, a favor del reo, la inocencia
respecto al hecho que sirvió de fundamento a la sentencia condenatoria".
Una cosa, si de lo que se trata
es “de sanar situaciones acreditadamente injustas”, lo lógico sería por lo
menos pedir responsabilidad a todos los que han provocado esa situación
injusta. ¿O no?.
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