Desde que se inició el programa
Gran Hermano, hace ya unos pocos de años, Telecinco y Mercedes Milá han ido
presumiendo que es “la vida en directo”, pero quitando la primera edición, creo
que en realidad ha sido la vida “que yo quiero” en directo”, y por supuesto que
ese yo es Telecinco, Mediaset, la productora y la madre que los parió.
Yo seguí, y fui fanático de la
primera edición del concurso, a partir de la segunda edición me fui aburriendo,
cansando y “jartando”, por lo que veía y veo sólo algunos resúmenes, trocitos y
poco más, pero cada día estoy más convencido que la casa esta mas guionizada
que otra cosa, no porque le digan a los concursantes lo que deben decir o
hacer, sino porque las imágenes pienso que se montan a gusto del consumidor, es
decir Telecinco.
Ya lo que me ha fastidiado y
molestado mucho han sido unas palabras de Mercedes Milá: "Cuando un
concursante reproduce algunas palabras fuera de tono, el programa decide no
emitirlas para no herir la sensibilidad de sus espectadores".
¿Mi sensibilidad?. ¿La
sensibilidad de quien?. Déjense de tonterías, pamplinas y chominadas. No
intenten justificar vuestra ñoña censura de lo políticamente correcto, con el
deseo de no herir mi sensibilidad, bueno la mía no porque ya dije que no suelo
ver el programa. Por cierto, no tengo ni idea de donde se han sacado ellos el aparato
de medir la sensibilidad, pero debe ser algo así como el de Conchita pero a
distancia, porque lo demás son suposiciones, esto hiere, esto no hiere, esto
medio hiere. Y claro, en toda suposición está lo que piensa el que supone, y no
el que tiene que ver el programa.
A ver, cuando una cadena se
arriesga a hacer un formato que puede llegar a ser “peligroso” por las imágenes
que pueden producir, por las palabras que pueden decir o las los actos que
pueden hacer, debe hacerlo a calzón quitado y dejando que salga lo que salga, y
que sean los espectadores los que decidan hasta donde quieren ver o no, porque
resulta que encima de nuestras mesas tenemos un tiesto llamado mando, que
cuando aparece algo que nos pueda herir, aprieto el botoncito y nos podemos ir
a la cadena que nos dé la gana.
Por favor, aunque yo voy a seguir
sin ver Gran Hermano y me afecta poco, les pido que no engañen a los
espectadores, y menos con la paternalista y estúpida frase de “con el deseo de
no herir la sensibilidad”. Si se decide meter a una serie de gente en una casa
para que convivan, se debe poner todo, todo, todo lo que ocurra, pueda herir o
no la sensibilidad, que lo otro es el timo de “la vida en directo”, pero menos.
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